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Qué es un troll con disfraz de leona catalana y otras troladas

El patio de vecinos de "La Comunidad"

Vecino de la comunidad

Resumen de datos: En Diciembre llegaron a "La Comunidad" (El País) tres "vecinos molestos" (ver los retratos de los tres troll más abajo) que inundan las portadas con basura, no respetan al resto de los vecinos, insultan , amenazan, e incluso roban fotografías para chantajearles y publican datos personales de usuarios junto a violentos ultimatums.

La convivencia se ha fastidiado bastante. Sobre todo a partir de las diez de la noche que no hay moderadores que les borren los blogs que van creando. Han hecho lo mismo en otros sitios y la técnica es la misma: desembarcar, presionar para que algunos se vayan, arrinconar luego a los pocos que se quedan, y terminar convirtiendo el lugar en un estercolero.



Escrito por: Vecino de la comunidad el 07 Feb 2008



En la jerga de Internet, un troll (a veces trol) es un mensaje u otra forma de participación que busca intencionadamente provocar reacciones predecibles, especialmente por parte de usuarios novatos, con fines diversos, desde el simple divertimento hasta interrumpir o desviar los hilos de las discusiones, o bien provocar enfadando a sus participantes y enfrentándolos entre sí.

El troll puede ser más o menos sofisticado, desde mensajes groseros, ofensivos o fuera de tema, a sutiles provocaciones o mentiras difíciles de detectar, con la intención en cualquier caso de confundir o provocar la reacción de los demás

Círculos viciosos

Para mucha gente, la característica distintiva del comportamiento de un troll es la percepción del intento por trastornar a la comunidad de algún modo: escribir mensajes incendiarios, sarcásticos, disruptivos o humorísticos destinados a arrastrar a los demás usuarios a una confrontación infructuosa. Cuanto mayor sea la reacción de la comunidad, más probable será que el usuario vuelva a comportarse como un troll, pues irá creyendo que ciertas acciones logran su objetivo de provocar el caos. Esto ha hecho que surja el protocolo a menudo repetido en la cultura de Internet: «No alimente al troll» (Don't feed the troll).

A menudo ocurre que alguien escribe un mensaje sincero sobre el que será emocionalmente sensible. Los trolls habilidosos saben que una forma fácil de enfadarle es afirmar deshonestamente que dicha persona es un troll. En otras ocasiones una persona puede no entender o encajar inmediatamente en las normas sociales de un foro donde la mayoría de los participantes sí lo hacen. Como resultado, actuar ligeramente fuera de las normas (a menudo no intencionadamente y por razones legítimas) hace que dicha persona sea calificada de troll. A veces puede ser difícil distinguir entre un usuario que simplemente tiene valores, puntos de vistas o ideas diferentes y uno que se comporta intencionadamente como un troll. Desafortunadamente, muchos usuarios reaccionan agresivamente a la primera impresión de un supuesto troll, lo que a veces lleva a que usuarios novatos disgustados o minorías políticas sean considerados trolls.

Cultura troll

Un troll actuando sobre otro troll crea a menudo tal cantidad de aparente drama entre ellos que se toma en serio por observadores que no sean trolls (especialmente si toman partido por algún bando). El resultado final es que los dos trolls pueden colaborar para lograr que la discusión de foro gire en torno a ellos o que una conversación se salga de tema más eficazmente que si lo hicieran sin ayuda.

Ejemplos

Trolls de un solo golpe

Los mensajes de un troll de un solo golpe intentan ser disruptivos y tienden a ser muy obvios para asegurar que reciben respuestas enfadadas.

Trolls disruptivos

  • Mensajes fuera de tema — Irrelevantes para los usuarios interesados en el foro en cuestión: «¿Puede ayudarme alguien a hacer una página web?» «No: esto es un foro de música.» Esto también puede hacerse a la mitad de una discusión ya existente en un intento por secuestrarla, o al menos cambiar el tema de discusión.

  • Ruptura de páginas — Enviar mensajes con grandes imágenes o llenos de caracteres para hacer ilegibles los mensajes anteriores. Un troll habilidoso usará una imagen extremadamente larga pero estrecha que se camufle con el fondo de la página para hacerlo menos evidente.
  • Material ofensivo — Archivos de sonidos molestos o imágenes perturbadoras en un mensaje, o enlazar a sitios impactantes que contengan dicho material. Con frecuencia estos enlaces se disfrazan como enlaces legítimos.
  • Mensajes incendiarios — Incluyendo alusiones racistas, sexistas, clasistas o innecesariamente odiosas: «Eres idiota por incluir este tipo de mensajes en tu lista.»

  • Volver a iniciar una antigua discusión o reciclar un tema anterior muy controvertido, particularmente en comunidades en línea pequeñas.
  • Escribir deliberada y repetidamente mal los nombres de los demás usuarios de la discusión con el propósito de molestarlos o irritarlos.

Trolls que buscan atención

Este tipo de trolls buscan incitar tantas respuestas como sea posible y absorber una cantidad desproporcionada del total de atención colectiva.

  • Publicitar otro foro, especialmente si es uno rival u odiado.
  • Afirmar ser alguien que es imposible que sean — «Como un arquitecto auténtico que soy, tengo ciertos problemas con Norman Foster.»
  • Carecer de cualquier relación o conocimiento actual con el tema discutido, pero seguir escribiendo continuamente opiniones como «expertos».
  • Mensajes que contienen algún fallo o error obvio

  • Pedir ayuda para una tarea o problema inverosímil — «¿Cómo sazono mi olla? No quiero que todo lo que cocine en ella sepa igual.»
  • Preguntas intencionadamente ingenuas — «¿Puedo usar aceite de oliva en vez de agua para hervir pasta?»
  • Mensajes que contienen referencias alusivas al propio estatus — «Tengo 16 ordenadores en mi empresa.»
  • Escribir intencionadamente un argumento escandaloso deliberadamente construido en torno a un fallo o error fundamental pero embrollado. Con frecuencia el autor se pondrá a la defensiva cuando el argumento sea refutado, pero muchos pueden, sin embargo, continuar el hilo usando más argumentos erróneos, lo que se conoce como «alimentar» el troll. (Quejarse de que los censuran y apelar a la libertad de expresión cuando los echan por amenazar a otras personas y robarles fotografías. )
  • Mensajes políticamente discutibles — «Creo que José Luis Rodríguez Zapatero es el mejor/peor presidente de la historia.»
  • Enviar imágenes políticamente sensibles en lugares inapropiados.
  • Escribir quejas fuera de tema sobre su vida privada, incluso amenazas de suicidio: a veces se trata del troll «plañidero».
  • Responder paranoicamente o pluralizando a opiniones personales emitidas por individuos diferentes — «No creo que todos penséis lo mismo: ¡os ponéis de acuerdo para llevarme la contraria, estais siguiendo a alguien!»

  • Insultar a otros por su mala gramática u ortografía, lo que puede ser un tema muy sensible, por el abuso de jerga o abreviaturas típicas de SMS, o incluso insultar a otros por su mala gramática usando mala gramática, provocando un efecto «irónico» que puede a menudo llevar a la gente a recriminarles su hipocresía.

Otros ejemplos

Es posible distinguir entre los mensajes incendiarios y los comentarios de un troll: los primeros tienen la intención de ser antisociales y ofensivos mientras los segundos buscan provocar una reacción, aunque también pueden ser considerados como antisociales, a pesar de la intención del autor.

Un caso particular de la segunda variedad (mensajes incendiarios) implica enviar contenido obviamente reñido con los intereses (declarados o implícitos) del grupo o foro. Por ejemplo, enviar recetas de carne de gato en un foro sobre animales de compañía, teorías evolutivas en un foro creacionista .

El «troll títere» entra a menudo en un foro usando varias identidades diferentes. A medida que los comentarios provocativos de una identidad atrae respuestas cada vez más críticas de otros miembros del foro, el troll interviene en la discusión usando una segunda identidad para apoyar a la primera. Alternativamente, el troll puede usar esta segunda identidad para criticar a la primera y ganar así credibilidad o estima en el foro.

Motivación

Los «trolls» autoproclamados pueden designarse a sí mismos como abogados del diablo, tábanos sociales, víctimas de la censura, luchadores por la libertad, o «alborotadores culturales», desafiando el discurso dominante y las asunciones de los foros de discusión en un intento de romper el statu quo de pensamiento grupal: el sistema de creencias que prevalece en su ausencia.

Las motivaciones propuestas son:

  • La actividad de un troll puede describirse como un experimento de contravención que, gracias al uso de una personalidad alternativa, permite probar o romper los límites sociales habituales y las reglas de etiqueta sin consecuencias serias. Esto puede ser parte de un intento de comprobar los límites de algún discurso, o de identificar personalidades reactivas.
    Búsqueda de atención anónima: El troll busca dominar la discusión provocando enfados, y efectivamente secuestrando el tema de conversación.
  • Diversión: Para alguna gente resulta divertido pensar que otra persona se enfada por lo que digan completos desconocidos. Esto podría ser clasificado como un tipo de schadenfreude: los trolls con esta motivación obtienen placer de la frustración, miedo o dolor (o lo que ellos perciban en su mentes como tal) real de sus víctimas.
  • Enfado: Algunas personas se comportan como trolls para expresar su hostilidad hacia un grupo o punto de vista determinado.
  • Petición de ayuda: Muchos supuestos trolls, en sus mensajes, señalan perturbadoras situaciones sobre la familia, las relaciones, las drogas o la escuela, aunque generalmente es imposible saber si tales situaciones no son más que parte del troll. Algunos creen que este comportamiento es una agresiva forma de confrontación en la que los trolls buscan una especie de fuerte guía sentimental en un foro anónimo.
  • Los trolls autoproclamados y sus defensores sugieren que su comportamiento es una forma inteligente de mejorar la discusión, o un método alternativo de ver las relaciones de poder en comunidades.
  • Proponerse un desafío a uno mismo: Sólo para ver si puede hacerse con éxito, por ejemplo un miembro de un foro se registra con un nuevo nombre no identificable para ver si puede engañar, y por cuánto tiempo, a los demás miembros.
  • Hacer perder el tiempo a los demás: Uno de los aspectos más importantes en la actividad de un troll es la idea de que empleando un solo minuto en escribir un mensaje adecuado se logra que muchas otras personas pierdan varios minutos de su tiempo, provocando un efecto cascada. La mayoría de los trolls disfrutan con la idea de que pueden desperdiciar el tiempo de los demás con comparativamente poco esfuerzo por su parte.
  • Efecto dominó: Relacionado con la diversión, pero de una manera más específica, significa comenzar largas reacciones en cadena en respuesta al mensaje inicial de uno. Consiste en lograr una respuesta desproporcionadamente grande a una acción pequeña. Esto resulta parecido al regocijo con el que puede actuar un niño pequeño que simula perderse al ver un gran número de personas emprendiendo una búsqueda masiva en respuesta a su supuesta desaparición, cuando en realidad se está escondiendo.
  • Supresión de información: Un troll particularmente nihilista a menudo intenta poner freno al flujo de información entre los participantes del foro, convirtiendo éste en un lugar en el que sólo se intercambien insultos. Por ejemplo, un troll habilidoso puede convertir una discusión informativa sobre trucos y técnicas para aliviar la enfermedad X en una acalorada discusión completamente inútil. Esto puede evitar que información importante llegue a manos de quien más la necesita, aumentando así el sufrimiento humano. Una variante ligeramente menos hostil es la supresión de una discusión que al troll no le gusta o que encuentra ofensiva.
  • Efectuar un cambio en las opiniones de otros usuarios: Un troll puede sostener posiciones extremas para hacer que sus creencias reales parezcan moderadas (esto implica con frecuencia el uso de un títeres que jueguen el papel de policía malo) o, alternativamente, jugar el papel de abogado del diablo para fortalecer las convicciones opuestas (con las que suele en realidad estar de acuerdo).
  • Probar la integridad de un sistema contra ataques sociales u otras formas de mal comportamiento: Por ejemplo, violar descaradamente los términos de uso para ver si los administradores del sitio emprenden alguna acción.
  • Superar sentimientos de inferioridad o impotencia mediante la experiencia de controlar un entorno.
  • Autopromoción.
  • Luchar contra el pensamiento grupal: Muchos trolls defienden sus acciones afirmando que hay que sacudírsele de encima el conformismo a la gente.
  • Sátira: En estos casos, los individuos no piensan en sí mismos como trolls, sino como humoristas o comentaristas políticos incomprendidos.
  • Satisfacción producida por los ataques personales.
  • Acoso: Por ejemplo, seguir a una persona —que haya sido hostigada en un foro pero que ha decidido evitar convertirse en víctima marchándose a otro lugar— y emplear tácticas de troll en el nuevo foro hasta lograr que éste sea un lugar incómodo para dicha persona.
  • Probar una personalidad alternativa anónimamente.
  • Vaciar un foro: lo que suele ser sólo factible si el foro es pequeño.

Algunos usuarios de foros de Internet están considerados como «cazadores» o «provocadores» de trolls. Entran voluntariamente en conflicto cuando los trolls surgen. Con frecuencia los cazadores de trolls son tan disruptivos como éstos. Un único mensaje de troll puede ser ignorado, pero si diez cazadores de trolls «saltan» siguiéndolo, dirigirán el hilo fuera del tema.

Sobre los conflictos relacionados con los trolls, hay seis grupos en los que podría clasificarse a los usuarios:

  • Trolls: Usuarios que provocan conflictos activamente.
  • Cazadores o provocadores de trolls: Se comportan de acuerdo al principio del «segundo golpe». No inician el conflicto, pero lo intensifican en cuanto empieza. Con frecuencia usan otros trolls como excusa para su propio mal comportamiento, y en muchos casos califican a un usuario como troll, a pesar de los propósitos de éste.
  • Indiferentes: Intentan ignorar el conflicto, continuando con el tema original de discusión. Suelen expresar despreocupado desdén hacia el troll, pero no persiguen insultarle activamente. Se comportan como hermanos mayores, repartiendo sabias palabras tales como «No alimentéis a los trolls» u otras frases hechas que normalmente significan lo mismo: «Ignorad al alborotador y así se rendirá y se marchará.» Este tipo de respuestas puede tomarse como un comportamiento pasivo-agresivo de provocador de trolls.
  • moderadores: No los moderadores del sistema, sino los usuarios que intentan «resolver» el conflicto, contentando a todas las partes si es posible.
  • Espectadores: Se apartan del conflicto. En casos particularmente malos, abandonarán el foro asqueados.
  • Secuestradores: Comienzan una discusión fuera de tema en respuesta a los mensajes provocativos de un troll.
  • No-trolls: Usuarios que son calificados de troll por otros usuarios o incluso moderadores para ser silenciados y desacreditados más fácilmente.

Soluciones y alternativas

En general, la sabiduría popular aconseja a los usuariosevitar alimentar a los trolls, e ignorar las tentaciones de responder. Contestar a un troll lleva la discusión inevitablemente fuera del tema, para consternación de los espectadores, y proporciona al troll la ansiada atención.

Sin embargo, dado que los cazadores de trolls (como éstos) son con frecuencia buscadores de conflictos por sí mismos,quien pierde no es el bando del cazador, sino más bien el resto de usuarios de foro que habrían preferido que el conflicto ni siquiera hubiera surgido.

La literatura sobre resolución de conflictos sugiere que etiquetar de trolls a los participantes en discusiones en Internet puede perpetuar los comportamientos indeseables. Una persona rechazada por un grupo social, tanto en línea como en la vida real, puede adoptar un papel antagonista hacia él, y buscar molestar o enfadar aún más a sus miembros. La etiqueta «troll», con frecuencia un signo de rechazo social, podría por tanto perpetuar su existencia.

Mejores resultados suelen obtenerse cuando los usuarios adoptan el papel de moderador y despliegan comportamientos más constructivos evitando juicios y confrontaciones. Los trolls son excitados por los cazadores y frustrados por los indiferentes, y ninguna de estas dos emociones producen resultados positivos para el foro. Enfrentarse a los trolls termina en «guerras de llamaradas» (flamewars). Los trolls frustrados por la estrategia de los indiferentes pueden abandonar el foro (y seguir comportándose igual en otro sitio, o convertirse en usuarios constructivos) o hacerse cada vez más incendiarios hasta que obtengan una respuesta.

Los trolls novatos pueden experimentar el serio «remordimiento del troll», un sentimiento de gran pesar tras perder su cuenta (ya sea la de su proveedor de Internet o la de un sitio web) debido a sus acciones temerarias.

Hay quienes arguyen que una falta de respuesta hacia los trolls puede también inspirarles una conducta más agresiva. Usuarios particularmente fanáticos o irracionales participarán en un foro que les moleste con bastante independencia de las respuestas que obtengan. A menudo los trolls también siguen escribiendo mensajes, ofendiéndose con argumentos periféricos o argumentos que estaban peor fundamentados, hasta que sus posiciones se hagan insostenibles, momento en el que recurrirán a los insultos o pasarán a otra discusión. Según esta lógica, la confrontación implacable mediante la argumentación (cuando ésta pueda hallarse) puede resultar vital.

Problemas de comportamiento

Las definiciones precisas de «troll» han sido difíciles porque a menudo dependen de supuestos sobre motivaciones internas, que han sido difíciles de probar concluyentemente. Algunos comportamientos tales como insultar no son candidatos para una clasificación «troll» a menos que su intención sea la de provocar una reacción, ya que insultar sería considerado más un comportamiento antisocial, cayendo quizá mejor bajo la clasificación de «guerra de llamaradas».

Algunos han sugerido que en lugar de calificar a alguien de «troll» es preferible concentrarse en los comportamientos específicos que un grupo considere molestos e imponer reglas de comportamiento que los prevenga consistente y adecuadamente. La idea es centrarse en los comportamientos indeseables más que en la motivación de éstos. Si dichos comportamientos no pueden ser identificados, entonces quizá el supuesto troll debería ser tolerado para ser justos. Algunos llaman a esto el plan «si no puedes identificarlo, entonces toléralo».

Puntos de vista alternativos

Aunque el fenómeno troll es de largo considerado una presencia negativa e indeseable en un foro, algunos afirman que la creencia de que es inherentemente malo puede acarrear muchas consecuencias perjudiciales. El uso de la palabra «terrorista» es citado a menudo como ejemplo de abuso. Sin embargo, todo aquello etiquetado con la palabra «terrorista» despierta un sentimiento de mentalidad «nosotros contra ellos» que resulta útil tanto para aislar el comportamiento troll como para reforzar la «necesidad» de tácticas anti-troll, consolidando por tanto el apoyo de los administradores.

En la mayoría de los casos esto último es una ventaja inesperada al tratar con trolls. Sin embargo, surge la cuestión pertinente: «¿Qué ocurre si esto fuese el único objetivo, y el administrador sólo desease acallar ciertas críticas, como una pobre moderación, demasiada publicidad o restricciones sobre los temas de discusión?» Jugar la «carta troll» podría ser el arma ideal.

Muchas (quizá la mayoría) de las personas calificadas de «trolls» son simplemente calificadas por alguna otra en el curso de una disputa religiosa, política o de otro tipo corriente. En otras palabras, son calificadas de «trolls» por actuar como disidentes o herejes. Caracterizar a los administradores de sistemas o moderadores como «el troll que llegó en primer lugar» no es del todo inexacto. Muchos debates entre personas con y sin poderes administrativos o legales se parecen a una simple discusión personal acalorada. En concreto en Internet, la posesión de poderes tecnológicos (como el poder de bloquear usuarios o direcciones IP) no es necesariamente un signo de algún juicio político o moral superior. De forma parecida, uno puede ser etiquetado como troll sólo por discrepar con alguien (a menudo quien comenzó la discusión).

Como con similares etiquetas peyorativas, un grupo de personas que hayan recibido la etiqueta pueden darle la vuelta para crear una identidad de grupo y el poder de resistir colectivamente. Individuos ajenos al grupo que usen la etiqueta sobre alguien pasan a ser blancos de una respuesta colectiva. Sin embargo, los miembros pueden usar la etiqueta sin consecuencias, normalmente de broma, o para convencer.

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